viernes, 16 de septiembre de 2011

El visado.

Una vez ya has recibido la “Carta de Eligibilidad”, es el momento de solicitar el visado. Para ello, será preciso concertar una cita con la Embajada de Estados Unidos en Madrid o con la sección consular más próxima. Para confirmar a dónde debes ir, echa un vistazo a la página web de la Embajada en Madrid.

Concertar la cita es fácil. Lo único que tienes que hacer es llamar a este teléfono si te encuentras en España: 807 488 472 (información consultada en septiembre de 2011). No te preocupes si te asusta no entender una palabra del inglés por teléfono, ya que tienes la opción de seleccionar en qué idioma deseas ser atendido (escucharás el típico mensaje de “para ser atendido en español, pulse uno”). Para estas cosas yo misma opino que lo más fácil es que te lo expliquen todo en tu propia lengua. A mí me atendió una chica muy simpática que me permitió escoger cita sin problemas. Si no recuerdo mal la llamada la realicé un jueves, pidiéndole que me diera cita lo antes posible, siendo ésta el martes siguiente a las 9:30 de la mañana. En la página web de la Embajada queda bien claro que es necesario presentarse diez minutos antes y que no está permitido llevar bolsos ni maletas de ningún tipo. También te dirá la persona con la que hables los documentos que has de aportar para lograr que te concedan el visado. Lo primero es pagar el SEVIS, que no es más que entrar en el sistema de estudiantes de intercambio de Estados Unidos y que supone, en realidad, la cifra más alta a pagar. En mi caso, en 2011, fueron $180. El visado en sí mismo también cuesta dinero (98 €). El SEVIS se puede pagar a través de Internet, pero el visado lo tuve que pagar mediante transferencia bancaria. La documentación que necesitarás será la siguiente:

  1. Resguardo de haber pagado SEVIS.

  2. Resguardo de haber pagado el visado.

  3. Una foto tamaño 5x5 cm. Yo misma me pregunté si tendría algún problema con las medidas concretas, ya que no es exactamente una foto tipo carné, pero entré en el primer estudio fotográfico que encontré (uno en la calle San Juan de Dios) y no tuve el menor problema.

  4. Copia de haber rellenado el formulario de solicitud de visado, en el cual tendrás que poner tu fotografía escaneada, con unas especificaciones concretas en torno a la calidad de la imagen que, si no cumples, hará que el sistema rechace la fotografía. Yo escaneé la misma que me hice para llevar físicamente. Respecto a lo que te preguntan en el formulario, tendrás que poner la dirección de contacto de la Universidad de California, personas a las que contactar en caso de emergencia, contestarás preguntas tales como si has sido proxeneta, prostituta, terrorista o genocida alguna vez, te preguntarán asimismo tu dirección en Estados Unidos... En este aspecto, yo ya conocía dónde iba a residir, así que no tuve ningún problema. Si aún no lo sabes, quizás debas preguntar al enlace de la Universidad o a la Oficina de Relaciones Internacionales de tu campus de destino qué deberías responder.

  5. Certificado de eligibilidad de la Universidad de California.

  6. Prueba de tu vínculo con España y posibilidad de retorno. Esto es un poco raro, a mí en realidad me recomendaron que lo llevara pero nadie me lo pidió. Sería algo así como tu certificado de empadronamiento o tu resguardo de matrícula en la Universidad local. Yo llevé lo primero.

  7. Prueba de capacidad financiera. Como ya mencioné con anterioridad, lo más recomendable es preservar una copia del documento que presentaste con la solicitud para la Universidad de California, de manera que no tengas que volver a recaudar ninguna información. Como yo no fui tan previsora, lo que hice fue presentar una declaración de mi banco (que tienen, incluso, un documento específico para visados) de la cantidad de dinero que poseía en el momento, así como una copia de la nómina de mi padre con, ¡importante!, una declaración de él diciendo que me prestaría ayuda económica. Ni que decir tiene que finalmente no me pidieron ninguno de estos documentos, pero sí que me preguntaron como cinco veces -y no exagero- quién me iba a pagar la estancia. Si ésta está subvencionada de alguna forma por la Universidad -como es mi caso, con 2500 euros-, menciónalo.


Si bien tienes una cita concreta, tengo que decir que es posible saltársela llegando más temprano. Yo fui a Madrid en un autobús de madrugada, llegando a la capital a las 7 de la mañana. Para las 8 ya estaba en la calle Serrano, y pregunté si podía entrar, no encontrando ningún obstáculo. Advierto que las maletas y bolsos de los que no habían tenido la precaución de ir sin ellos estaban amontonados sin más a unos cuantos metros de la puerta de la Embajada. Yo llevaba una pequeña bolsita de tela donde guardaba toda la documentación requerida (y sólo eso, por lo que fue fácil de inspeccionar y no me pusieron trabas). Mis efectos personales -móvil, cartera- iban en un bolsillo. Una vez el guardia de seguridad te deja entrar, un empleado de la misma comprobará que llevas la documentación pertinente y te pedirán amablemente que dejes el móvil en cosigna (básicamente se lo queda la funcionaria y te da un resguardo con un número para que lo recojas a la salida), ya que las cámaras fotográficas o los teléfonos móviles están prohibidos en la Embajada. Lo de no tomar fotografías es una instrucción de seguridad bastante común.

Después de pasar por el control de seguridad y dejar tu teléfono pasarás a una zona donde te darán un número -sí, como en la pescadería- y un sobre de MRW para que pongas tu nombre y dirección, y después a la sala de espera. Cuando yo fui habría, al menos, unas cien personas esperando.

El proceso es un poco confuso, ya que te pueden llamar en numerosas ocasiones, y ni que decir tiene que si dejas un asiento libre en seguida será ocupado por otra persona. Yo estuve allí alrededor de tres horas. Primero me llamaron para tomar la documentación, después para las huellas, después para preguntarme (cosa que ya me habían preguntado) quién me iba a pagar la estancia, y finalmente para la famosa entrevista, que he de decir que no es tal: realmente lo que hacen es preguntarte a dónde vas y por qué y comunicarte que te han otorgado el visado. Yo aproveché para preguntarle al muchacho -que, por cierto, todo el mundo me habló siempre en castellano- cuánto tardaría en llegarme el visado y cuánto costaría la recepción. Porque en el caso de Estados Unidos, dejas tu pasaporte en sus manos y te lo mandan vía MRW más adelante. Me contestó que tuviera preparados 15 € y que tardaría, como mucho, dos semanas, de ahí que me sorprendiera muchísimo recibirlo al día siguiente a eso de las once o doce de la mañana. No sé hasta qué punto esta rapidez es común o no.


Existe la leyenda, por lo que he podido comprobar al hablar con otros estudiantes de intercambio procedentes de lo más diversos países en los meses previos a llegar a Berkeley, que cuando presentas una carta de eligibilidad de una universidad importante es casi imposible que tengas problemas para conseguir el visado. En cualquier caso, no te confíes con respecto a la tardanza del mismo en llegar a casa e intenta realizar este trámite con toda la antelación posible.

Un último consejo sería que guardes copias de todos los documentos que prepares, siempre. Nunca sabes si los vas a necesitar para cualquier otra cosa. Yo, por ejemplo, tengo pensado utilizar mi certificado de empadronamiento para el trámite de registro en el Consulado General de España en San Francisco para poder participar en las elecciones generales de noviembre de este año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario